viernes, 30 de mayo de 2014

UNA MIRADA AL PROCESO DEL DISPARO

Cuando se habla de armas de fuego, se habla de la pólvora, ya que a ella le corresponde el mayor trabajo, el de la expulsión del proyectil a través de los campos estriados, de igual forma  se habla del proceso del disparo, que aunque sucede en milésimas de segundos tiene un proceso que será tema de análisis en este texto científico.
Balística es la ciencia que estudia el movimiento de los cuerpos pesados lanzados al espacio. es decir proyectiles. La definiremos también como el estudio del movimiento y evolución de los proyectiles disparados por armas de fuego.
La balística es una disciplina científica compleja e íntimamente relacionada con otras ciencias como las matemáticas, la física la química, y especialmente los diferentes aspectos de la termodinámica, la metalurgia, la aerodinámica, la óptica, y una larga fila de ciencias, puesto que se ocupa de todos los fenómenos que relacionan el proyectil con el medio que lo dispara, es dcir el arma de fuego, desde el momento en que éste, partiendo de una situación de inactividad o reposo, inicia su movimiento dentro del arma, donde adquiere la velocidad necesaria para impulsarlo atravesando el aire hasta dar con el blanco o caer a tierra.( impactar con un cuerpo donde se introduce y al que cede la energía cinética, quedando nuevamente en reposo). Este movimiento determina que la balística quede dividida en tres partes fundamentales:
1 Balística interna. Estudia los fenómenos que ocurren en el interior del arma desde que el la aguja percutora golpea el fulminante y lo inicia, combustionando la pólvora cuyos gases producen la presión que impulsa el proyectil a través del cañón, con un movimiento de aceleración, hasta que abandona la boca de fuego.



2 Balística externa. Estudio del proyectil en su vuelo hasta justo antes de tocar el blanco, cómo se realiza ese recorrido y qué fuerzas inciden en el proyectil.




3 Balística de efectos o terminal. Se ocupa del comportamiento del proyectil al impactar y atravesar el blanco, o material al que va destinado y sobre el que actúa.
El estudio de la balística se centra en el estudio de las fuerzas, trayectorias, rotaciones y comportamientos diversos de los proyectiles en diferentes ambientes de empleo, además de la forma del proyectil, sustancias, temperaturas, presiones gaseosas. Situaciones que suceden en las diferentes fases del disparo, desplazamiento del proyectil a lo largo del ánima y salida al exterior, trayectoria e impacto.



El estudio de la balística centrado en las armas de fuego es parte de los estudios forenses. La balística interna como ya hemos dicho, se ocupa de los fenómenos que ocurren en el interior de un arma de fuego para que esta pueda poner en movimiento un proyectil. Esta acción se realiza utilizando una fuerza que, en las armas de fuego, es la expansión de los gases producidos por la combustión de la pólvora. En las armas de fuego modernas las fases del funcionamiento, en lo que respecta a balística interna, son las siguientes:
a) El cartucho contenido en la recámara tiene unas dimensiones aproximadas similares al tamaño de esta y se encuentra sujeto por detrás por el bloque o plano de cierre, y por delante por la pestaña del culote o por la boca de la vaina que se apoya en la parte delantera de la recámara. También puede estar fijado en su parte delantera por la forma abotellada de la vaina, en cuyo caso la recámara ha de corresponderse con esa forma.
b) Al actuar el mecanismo de percusión, se golpea el pistón y se comprime la mezcla fulminante contra el yunque situado en el culote de la vaina, con lo que los miligramos de fulminante se transforman a una altísima velocidad en una llamarada que se propaga a través de los oídos de la cápsula iniciadora, encendiendo la pólvora que, al ser un explosivo pulverulento, comienza a arder por toda la superficie de sus granos.
c) De este modo, los gases formados presionan fuertemente dilatando la vaina, que ahora se apoya lateralmente en las paredes de la recámara, mientras por detrás lo hace en el plano de cierre, y por delante, la bala, liberada del engarce de la vaina por la dilatación y presionada por los gases desde atrás hacia delante, comienza su avance.
En este momento los gases tratan de adelantarla; poco después el proyectil encuentra el rayado, que la somete a un movimiento de rotación. El recorrido de la bala desde que abandona la vaina hasta que toma el rayado se llama “vuelo libre”.
d) La dilatación de la vaina hace que quede herméticamente cerrada la salida de los gases hacia la parte trasera del arma, por lo que siguen presionando hacia delante durante el recorrido de la bala por la superficie del ánima. Al mismo tiempo, la deflagración de la pólvora sigue propagándose por toda la superficie de ésta, de tal manera que el vaso que contiene los gases se va ampliando a la vez que se van produciendo nuevos gases. En este punto, la bala experimenta una gran aceleración que la hace adquirir la velocidad inicial, velocidad que se modifica, cuantitativa y cualitativamente al tomar el rayado y comenzar su movimiento de rotación para adquirir mayor velocidad, estabilidad y penetración, una vez que salga de la boca de fuego del arma. El tiempo en que ocurren todos estos fenómenos de percusión, ignición, deflagración y recorrido de la bala por el ánima, es en las armas portátiles modernas de unos 3 a 8 milisegundos. La presión de los gases de la pólvora en armas portátiles alcanza valores de hasta 4.000 kilopondios por cm2, aunque en armas cortas suele ser sensiblemente  inferior y tiene su punto más alto, aproximadamente, cuando la bala esta tomando el rayado. Esta altísima presión requiere una recámara resistente, por lo que en las pruebas se la somete a una sobrepresión de un 25 por 100.
Proceso del disparo
Todo el proceso comienza en el momento que pulsamos el disparador: Esto desencadena una serie de acciones mecánicas que nos llevará al inicio del tema que nos afecta, la "balística interna".
El percutor golpea violentamente el pistón del cartucho alojado en la recámara, el cual contiene un elemento altamente explosivo. El explosivo contenido en el pistón o fulminante reacciona explotando y liberando gases, temperatura y una llamarada dirigida hacia el interior de la vaina. En el interior de la vaina se encuentra alojada la pólvora, que al recibir la llamarada del explosivo se inflama inmediatamente, liberando una gran cantidad de gases y temperatura.
Pronto estos gases van ocupando todo el interior de la vaina. Pero la expansión de los gases continúa, y la vaina se dilata y obtura toda la recamara, impidiendo de esta manera cualquier fuga de los gases hacia el exterior. La presión de los gases sin embargo, continúa, hasta que consigue encontrar una vía de escape, que sólo puede ser hacia adelante, en dirección a la boca del cañón. Esto impulsa la bala a recorrer la longitud del cañón, la cual en su inicio no sigue el camino que marcan las estrías, por ser un espacio carente de ellas, es lo que se denomina "vuelo libre". Una vez recorrido este pequeño camino en vuelo libre, el proyectil se acomoda a las estrías, que le darán un sentido rotatorio para estabilizar su trayectoria una vez abandone el cañón, que será inmediatamente después. Cuando el proyectil inicia su camino, la presión que aún siguen generando los gases de la combustión de la pólvora no es en teoría suficiente como para compensar el aumento de espacio que se crea debido al alejamiento de la bala del punto de ignición inicial, y por tanto es de suponer que la bala a medida que se aleja de la recamara pierde presión.



Lo ideal sería que la pólvora siguiera ardiendo hasta el momento que el proyectil abandonara el cañón. Pero esto no siempre es así: Debido a que la pólvora se acaba de quemar antes de que la bala abandone el cañón, en el caso de usar pólvoras rápidas, es necesario extremar las precauciones a la hora de la recarga ya que generan altísimas presiones en la recámara y pueden dar lugar a una sobrecarga en la vainilla. En este caso lo más probable es que el arma  no pueda soportar estas altas presiones y explote la recamara, consiguiendo en muchos casos producir heridas de diversa consideración al tirador, cuando no directamente la muerte. Es por eso que es tan importante llevar siempre protecciones, como mínimo para la vista y el oído.

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